La vida no es sencilla para nadie, y todos aquellos hombre o mujeres que deseen lograr algo importante y ser exitosos, reconocidos u honrados por el resto de sus días; deberán estar preparados para sacrificarse a fondo, dedicar todo el tiempo y esfuerzo que esté a su disposición. Pero por sobretodo, habrán de tomar la importante decisión de ser exitosos, porque el éxito es más que ninguna otra cosa, una decisión. La motivación y espíritu de lucha que poseas será lo que determine el porvenir de tu carrera y de todos los proyectos o negocios que desarrolles desde este punto de tu vida.
Por sobre todas las cosas, siempre habrás de ser tu mismo y no intentar copiar los modelos de otras personas exitosas, porque recuerda que el poder y espíritu que habita en tu interior es más grande que cualquier cosa cuando finalmente lo dejas salir libre. Tan solo recuerda la historia de la pequeña piedra que se disfrazaba de diamante, zafiro, oro y plata; debido al enorme deseo que abrigaba de ser alguien importante y respetada por todos; cuando en realidad en su interior existía el diamante más valiosos nunca antes descubierto por nadie y que incluso ella tampoco hubiera imaginada jamás.
Forja tu carácter y trabaja tu espíritu empresarial, no temas a los retos ni te dejes derrotar por la adversidad bajo ninguna circunstancia. Porque para alcanzar el éxito y la prosperidad en tu vida, no necesitas más que la perseverancia y la paciencia: recuerda que el bambú no crece y fructifica sino hasta después de siete largos y duros años de cuidados y riegos. No quiera ir de prisa y esperar resultados inmediatos en todo lo que haces, porque no obtendrás más que lo contrario a ello y tus cultivos jamás darán los frutos que esperabas.
Enfócate en el sendero correcto, es que te piensas que lo es. Y luego experimenta, aprende de tus proyectos, y corrige tus errores: cambia de piel, de vestimenta y cambia las herramientas que utilizas para trabajar. Pero hazlo todo de acuerdo a tu criterio y siempre para mejorar. Nadie puede decirte jamás que hacer y tampoco que estás destinado al fracaso o la mediocridad. Lo estarás únicamente si haces caso a sus palabras y argumentos vengativos y envidiosos.
Si leíste este artículo, me tomo la libertad de decirte que vas por el camino correcto hacia el logro de tus objetivos más ambiciosos: alcanza tu libertad financiera ahora.
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